miércoles, 6 de febrero de 2013

Otra forma de conservar el empleo


Hace unos días apareció en periódico de Internet eldiario.es, un artículo que me pareció muy interesante. En él se habla de la posibilidad que tiene los trabajadores de quedarse con la empresa si no reciben sus nóminas o ante el cierre de la empresa.

Es una posibilidad que he comentado con algunos empresarios a los cuales les era muy difícil aguantar la empresa en esta situación de crisis (algunos ya han tenido que cerrar) y con trabajadores que veían peligrar su puesto de trabajo.

Como dice el artículo no es una cosa nueva, ya hay empresas cooperativas que surgieron por estos motivos y han sido capaces de conservar los puestos de trabajo e incluso incrementarlos.

Aquí hago un resumen de los párrafos que he considerado más interesantes, para ver el artículo completo de Mariana Vilnitzky pincha AQUÍ.

Aquí hay trabajo: si no te pagan las nóminas podrías quedarte con la empresa
Manclús, Mol-Matric, Cartonajes Aitana, Alfombras Sherlimp, Gramagraf, Metalva… Son nombres de empresas que tienen algo en común: se trata de pymes españolas que se han ido a la quiebra en crisis anteriores, que han sido recuperadas en cooperativa por sus trabajadores, que funcionan y que resisten a las crisis después de muchos años, remando los altibajos de la macroeconomía. Solo en estas seis empresas que nombré se han salvado y mantenido más de 150 empleos.
En España no se escucha casi hablar de empresas en quiebra recuperadas. Una de las razones de este desconocimiento es la dificultad para darles visibilidad: es muy difícil recabar información a gran escala de estas empresas porque la misma no está centralizada. Y no está centralizada porque los propios obreros no suelen ser conscientes de la importancia de sus esfuerzos, no tienen casi apoyos más allá del movimiento cooperativo, y cuando lo logran no se autodenominan “empresa recuperada” sino simplemente –y a veces en voz baja-, cooperativa.

Y sin embargo, no solo existen, sino que tienen muchos años de funcionamiento (unas cuantas llevan desde los años setenta). Su trayectoria demuestra que el traspaso se puede hacer bien, que es posible, rentable y sostenible en el tiempo. Son el ejemplo vivo de que sí hay alternativas.
Las empresas recuperadas que han tenido éxito están en todo el territorio español. Apenas hace falta elegir unas cuantas cooperativas al azar y preguntar por los inicios de su andadura para que se vea que realmente existen. Habría que tomarse el trabajo de ir entrevistando una por una (hay unas 18.000 cooperativas en España) y hasta ahora nadie lo ha hecho. La Confederación de Cooperativas de Trabajo Asociado (COCETA) lo ha intentado pero con pocos recursos, y haría falta bastante más.
Cualquier trabajador tiene la opción de intentar seguir con la empresa en cooperativa, aunque -por supuesto-, hay que hacerlo con cuidado. Lo más probable es que muchas personas se bajen del carro incluso antes de empezar el recorrido. Y otras en medio del camino. Y sería irresponsable decir que es siempre recomendable poner toda la carne en el asador para intentar reconducir una empresa quebrada. Pero vale la pena mirarlo…