viernes, 21 de junio de 2013

A vueltas con el currículum

La palabra curículum no está registrada en el Diccionario (de la RAE), en español es currículo (Conjunto de estudios y prácticas destinadas a que el alumno desarrolle plenamente sus posibilidades.) o currículum vítae (Relación de los títulos, honores, cargos, trabajos realizados, datos biográficos, etc., que califican a una persona).

Recuerdo que haces unos años una persona me comentó que en una empresa no le habían recogido el “currículum” porque en el encabezado había puesto currículo. Yo desde entonces siempre he aconsejado poner currículum vítae.

Bromas a parte, periódicamente aparecen consejos sobre como hacer el currículo, hoy he leído un artículo en el diario Expansión que quiero comentar brevemente, pues no dice nada nuevo.

Nos dice que debe ser claro, conciso y muy visual que de un sólo golpe de vista el entrevistador descubra tus capacidades y tus logros.

Uno o dos folios de Word (también pdf puede se un buen formato) con tu vida laboral puede ser la llave para acceder al mercado de trabajo. Por tanto, los contenidos, la estructura, la forma y la limpieza son aspectos a los que debes prestar especial atención. Muchos responsables de selección reconocen que invierten menos de veinte segundos en evaluar cada vida laboral, ten en cuenta que cuando una empresa examina una pila de papeles (muchas empresa no quieren el currículo en papel)  lo que busca son unos pocos elementos decisivos que normalmente se reducen a entre seis y diez requisitos.

Cuida las formas. Aunque la necesidad de cuidar la historia laboral parece obvia, según un estudio de Adecco, un 80% de los currículos no contienen la información adecuada o están mal redactados. Se debe escribir pensando en la persona que lo va a recibir. Por tanto, el documento debe ser breve y conciso, pero sobre todo adaptado y actualizado a cada oferta de trabajo (muchas personas siguen haciendo el currículum vítae como un mero tramite).

Desde Adecco puntualizan que en ámbitos más técnicos como el diseño o la arquitectura se encuentran modelos de currículo más creativos que intentan llamar la atención del responsable de selección (sin pasarse, pues a veces son ilegibles).

Cuando un reclutador coge un currículo hace una lectura trasversal y lo primero que debe llegarle a la vista es cuál es tu rasgo diferenciador. Es fundamental destacar en primer lugar aquello que nos hace diferentes.

Aunque no hay una estructura fija, los expertos aconsejan situar primero los datos personales y en este apartado también es importante incluir el link a blogs o perfiles en redes profesionales. Tras estos datos, destacar la experiencia profesional antes que la formación (hay expertos que opinan lo contrario).

Puntos a los que debes prestar atención:
-. Los fallos más comunes están relacionados con la exposición de los contenidos (capacidades y conocimientos) o el estilo (la información es difícil de localizar y no está expresada en un lenguaje sencillo).
-. Destaca tus cualidades. Los candidatos más jóvenes suelen escribir demasiado de sus calificaciones y poco de sus capacidades. Éstas deben ser visibles entre las 30 primeras palabras que lea el reclutador.
-. Sé directo. Evita los adjetivos huecos y los clichés de libro. Céntrate en lo que has hecho más que en lo que crees que eres. Y, sobre todo, no engañes. Las mentiras no cuelan.
-. Sólo datos relevantes. Dos páginas son aceptables, tres admisibles y más no hablan bien de ti. Si tu trayectoria es corta no sufras por estirarla; el resultado puede ser desastroso.
-. Aporta documentación. Respalda tus afirmaciones con suficientes pruebas documentales (yo opino que debe ser siempre que te lo pidan).
-. No evites los periodos de inactividad en tu vida laboral. Trata de explicar con detalle (pero sin pasarse) en qué has empleado y cómo has aprovechado ese tiempo.

Siempre es bueno acudir a un orientador profesional.