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El
“venderse” en la entrevista es argumentar, influir y persuadir al entrevistador
para que nos seleccione. Para argumentar, influir y persuadir tienes que
prepararte.
La venta de sí mismo
Algunos
manuales nos dicen que la entrevista es una situación muy similar a la
situación de venta, en la que el comprador es el entrevistador y el producto y
el vendedor a la vez es el candidato.
Los
buenos vendedores, ya sean de frigoríficos, de muebles, de verdura, etc., son
aquellos que conocen el producto en profundidad y que son capaceas de vender el
producto más adecuado al cliente que tiene en ese momento.
Para vendernos
tenemos que conocernos y saber transmitir al entrevistador nuestros
conocimientos, nuestra formación, la experiencia laboral, las ganas de
trabajar, lo que sabemos hacer,… sin necesidad de mentir o de fingir.
Piensa que hay
productos muy buenos pero que no se venden porque no hay nadie que los sepa
vender.
Para la entrevista
tienes que prepara argumentos para vender tus puntos fuertes y también para
vender los puntos débiles justificándolos o reformulándolos.
Al igual que el
vendedor influye sobre el cliente, el candidato no sólo se tiene que limitar a
informar al entrevistador (sobre la experiencia, formación, etc.), sino que
debe persuadir al entrevistador de que es el mejor candidato. Ten en cuenta que
la persuasión no solo se basa en lo que digamos, sino también en como lo
decimos.
Por ejemplo, si te
preguntan ¿cuál es tú formación?, no es lo mismo decir “he estudiado Ingeniería
Técnica y algún curso del paro”, que “soy Ingeniero Técnico en máquinas
eléctricas, he recibido una buena formación académica y he realizado prácticas
en una de las más grandes compañías eléctricas de España, he realizado cursos
posgrado y de formación continua porque considero que la formación es muy
importante”.
La habilidad de saber
reformular positivamente los puntos débiles es muy útil a la hora de
“venderse”.
Los argumentos para
reformular los puntos débiles deben ser preparados antes de acudir a la
entrevista.
Pero, ¿en qué
consiste la reformulación? La Reformulación Positiva consiste en argumentar
transformando lo negativo en positivo, ver el problema desde otro punto de
vista más favorable, saber convertir un punto débil en una ventaja y un
aparente defecto en una virtud.
Hay clientes que
dicen que la edad, por ejemplo tener 45 años, es una desventaja. Se puede
reformular como ventaja apelando a la experiencia, la estabilidad, el saber lo
que queremos, etc. Siempre buscar los aspectos positivos.