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Es difícil dar
recetas que sean válidas para cualquier situación en la entrevista, como ya
hemos dicho las entrevistas son cambiantes, variables y ambiguas.
Si podemos hablar de
las conductas que se valoran positivamente en los candidatos.
El contacto visual
Mirar directamente al
entrevistador tiene un efecto positivo. El contacto visual cálido demuestra
interés, atención, seguridad, que no tenemos nada que ocultar, confianza,…
Por otra parte el
evitar el contacto visual o clavar la mirada no es conveniente (resulta
incomodo, puede dar sensación de agresividad).
El tono emocional
El tono emocional es
un elemento no verbal de la comunicación que incluiría: entonación animada,
postura corporal, expresión facial que denote interés, sonrisas en los momentos
oportunos, tono de voz animada, responsabilidad emocional hacia el
entrevistador (no permanecer impasible como una estatua ni dar la sensación de
ser colegas).
Se puede transmitir:
seguridad, confianza y motivación. Y a la inversa: inseguridad y desinterés.
El volumen y la claridad de la voz
Algo tan sencillo y
obvio, como es el volumen y la claridad de la voz, puede tener un importante
efecto en el entrevistador.
Las personas que no
demuestran habilidad suelen tener un volumen bajo de voz, casi inaudible, y una
claridad de habla casi ininteligible (ni se le oye ni se le entiende). El
mensaje que intenta transmitir el candidato llega sin fuerza y sin caridad.
El mensaje no
impactará al entrevistador si le llega sin fuerza y sin claridad.
El volumen y la
claridad de la voz pueden transmitir: seguridad en sí mismo, autoconfianza,
interés por el puesto de trabajo,…, o lo inverso.
La ansiedad afecta al
volumen y claridad de la voz. Si el candidato está muy nervioso, la voz no le
saldrá “del cuello de la camisa”.
Para algunas personas
el problema está en lo contrario, en que hablan con un volumen muy alto, casi
gritando. Trasmiten agresividad.
Es conveniente que te
graves y escuches tu tono de voz.
La fluidez verbal
La fluidez verbal es
la facilidad de la persona para expresarse oralmente.
Es la facilidad para
encontrar las palabras que necesita la persona para decir lo que quiere decir,
y hacerlo con un habla fluido, sin interrupciones. Tendrá fluidez verbal la
persona que usa un lenguaje y un vocabulario rico. No tendrá fluidez verbal
aquella persona que emplea continuas “muletillas” y continuas reiteraciones; la
que se traba y tartamudea, que usa constantes “ehh”, “mmmm”, “bueno”, etc.
No tendrá fluidez
verbal la persona que realiza intervenciones muy breves, que contesta con
“pocas palabras”. Si tendrá fluidez verbal la persona que emite respuestas
amplias.
